La triste vida de la hermosa mariposa:

En la mañana azul de primavera,
al pie de una rosa donde hacia su casita
hallé un pequeño insecto herido
por el golpe brutal de una piedra

La tomé entre mis manos, sólo era
un manojo de alas desvaído.
Un ojo turbio de dolor transido
y una antena dolorida.

Hace un momento.
Vuelo, canción, luz, sentimiento.

Josefina Tubello
Lorelei Moreyra

ARGENTINA: MI PAÍS
Mi país es muy hermoso
tiene mucha fauna 
pero hay pocos osos

La bandera blanca y celeste
del color del cielo
llena y enorgullece
al pueblo entero

Tiene geniales tradiciones
bailes, comidas 
y bellas canciones

Aquí la comida es deliciosa
asado, choripanes, empanadas
que a todos les gusta
y a todos impresiona

Bellas danzas baila el pueblo entero
tango, chamamé y un buen gato argento

Aquí eres bienvenido 
no te asombres si te reciben
con asado y vino tinto

Cuando juega la selección 
el país se paraliza
y cuando Messi hace un gol
A cada hincha le saca una sonrisa

La gente es increíble 
y cuando necesitas algo
siempre estarán disponibles

Los argentinos tienen defectos
y los que nos critican tienen razón
pero al fin y al cabo 
siempre la tendré en el corazón. 


Lautaro Bartolucci
Nicolas Rinaldi

Una historia alocada

Por la mañana
un tero se despierta con esmero
y va a comprar un bebedero 

por la tarde
le agaró hambre 
y se comió un chocolate

Su tía Jorgelina
come choripan
con mucha adrenalina

Empezó a correr
y se partió la sien
con un mercader

Llegó a su casa
todo herido 
y alucinando
se cayó al río

Todo majado y cansado 
voló a su cama 
y se comió un asado 

Martina Srhoj Matteucci
Florencia Morley

EL DINOSAURIO Y EL CAZADOR

Un día, un dinosaurio
salió a jugar
se encontró con una vaca 
y empezó a gritar.

Un cazador salió
a cazar, se encontró
un dinosaurio y empezó
a volar.

El cazador y el dinosaurio
se fueron a amigar, el 
cazador se subió a su 
espalda y empezó a volar.

Llegó a su casa,
después de volar
lo invitó a pasar después,
de volar.

Tomando mates después 
de cazar, se fueron a jugar y después a volar.

CRÉDITOS

RAMIRO RUGGERI

SANTIAGO TEMPERINI